Lámparas de Descarga

Lámparas de descarga

Conocemos las lámparas de descarga, o fluorescentes por ser empleadas en multitud de lugares públicos debido a sus interesantes prestaciones que las convierten en una opción única.

Esta fuente de luz de carácter innovador, se ha convertido en pocos años en una apuesta segura en cuanto a iluminación de enorme precisión de entre otros usos, en el alumbrado de carácter vial debido a su capacidad de mostrar con nitidez las siluetas de lo que se encuentra en nuestro entorno.

Qué son las lámparas de descarga

Las lámparas de descarga son una fuente de luz artificial de notable capacidad, intensidad, y gran duración. Además, su consumo energético supone un gasto mucho menor en comparación con las antiguas lámparas incandescentes. 

Una bombilla de descarga nos ofrece una duración estimada de entre 5.000 y 7.000 horas. En el caso de los halogenuros, esta duración puede extenderse hasta la sorprendente capacidad de 24.000 horas de luz. Lo que las convierte en las bombillas de mayor duración en comparación a las halógenas, y las bombillas led.

Sus empleos son bien diversos, tanto en interior como exterior, siendo común, especialmente en el caso de las lámparas de sodio, ser empleada en el alumbrado urbano y vial, encargándose de iluminar con su característico colorido amarillento con el que aporta mejor visibilidad que los focos clásicos.

También son empleadas en lugares amplios de techos altos como almacenes, garajes de camiones, muelles de puertos, o naves industriales.

Tipos de lámparas de descarga

Existen diversos tipos de lámparas de descarga, siendo las de sodio, y también las de mercurio, las alternativas más comunes.

Se realizan en formato de bombilla, y de halogenuro, aportando en esta última alternativa la utilización del cuarzo, que sustituye el vidrio en la perilla para aportarle mayor resistencia a las altas temperaturas, o cerámica en el casquillo, para obtener con ella mayor calidad de rendimiento.

- Una bombilla de vapor de sodio suele iluminar con una luz anaranjada, amarillenta o dorada, (llamada también bombilla de sodio de alta presión).

Si lo que se necesita es una luz anaranjada de un tono relajado y más bien oscuro, la opción recomendada sería la de baja presión. En cambio si lo adecuado a tus necesidades es una iluminación de amarillo dorado y brillante, la alta presión es la opción que andas buscando. 

Una lámpara de vapor de sodio es a día de hoy, la iluminación más avanzada, puesto que además de la cantidad de horas de luz que puede irradiar, también brinda la mayor cantidad de lúmenes en comparación con todas las clases de bombillas existentes.

Como decíamos, es la iluminación comúnmente empleada en el alumbrado público, debido a su bajo coste, horas funcionales, y aunque adolece de excelente reproducción cromática por su limitación en cuanto a colorido irradiado, tiene una alta capacidad de iluminar marcando siluetas. Por esto último es la preferida en la iluminación urbana, ya que su luz se traduce en nitidez de visión nocturna, con lo que comporta una importante ayuda de seguridad a la hora por ejemplo, de conducir. Es decir, que las lámparas de descarga nos ofrecen un gran aporte a la sociedad, ayudando con su iluminación característica a evitar problemas de circulación, y accidentes viales.

A primera vista, su luz monocromática puede aparentar tener pocas opciones de empleo, pero lo cierto es que también resulta muy eficaz para labores de revelado fotográfico, examen y reparación de vidrios, pulidos de superficies lisas, y detección de taras que no serían percibidas fácilmente por el ojo humano empleando luz convencional.

En cambio, una bombilla de vapor de mercurio, o halogenuro de mercurio, también conocido como lámpara halogenuro metálico, alumbra en color blanco, por lo que es generalmente conocida por su buena reproducción de colores y es especialmente recomendada para alumbrar espacios muy abiertos.

En sus opciones iluminarias, poseen la gama entera de luces blancas, que son por grados de mayor a menor Temperatura de color (Kelvin):

Blanco cálido, Blanco, Natural, Blanco frío, y Luz de Día.

Así que en una lámpara de vapor de mercurio podemos encontrar luz adecuada a cualquiera de nuestros gustos, o necesidades. 

Una lámpara de mercurio requiere un tiempo de encendido total de unos 2 minutos.

Figuran en el grupo de lámparas de alta presión, y su uso está bastante extendido, pudiendo encontrarse además de en alumbrado urbano, en estadios deportivos, y platós de cine y televisión. También son empleadas en acuariofilia, e incluso, dependiendo del tipo de plantas, son utilizadas para cultivo en invernaderos de interior debido a emitir con su luz una imitación muy similar a la del espectro solar. 

Las bombillas de vapor de mercurio requieren de un balastro para poder funcionar, ya que este dispositivo se encarga de estabilizar y asegurar una corriente eléctrica óptima en las mismas.

También hay casos en los que es necesario o recomendable un cebador, cuya función es la de calentar los electrodos antes de su encendido.

Hoy en día algunos modelos de bombillas ya llevan incorporados ambos requerimientos. 

Además del color emanado por las bombillas de descarga, otra de las diferencia principales es el tipo de vapor principal que crea la luz mediante la descarga eléctrica, tratándose de sodio, o mercurio. 

Nuestra tienda dispone de todas estas alternativas de iluminación, realizadas con diferentes medidas de casquillos.

Y si lo que necesitas son casquillos para lámparas de descarga, cuenta también con tu tienda Masvoltaje.com, en donde los encontrarás de gran calidad a un precio estupendo. 

Cómo funciona una lámpara de descarga

A grandes rasgos, la luz obtenida por una lámpara de descarga es gracias a una mínima porción de diversos gases que hay alojados en el interior de sus tubos de cuarzo o alúmina, y reaccionan creando luz ante la descarga eléctrica recibida gracias a dos electrodos que hay en su interior.

Como seguro supones, su nombre es debido a su irradiación de luz mediante esta citada descarga eléctrica.

Curiosamente el color y la intensidad de la luz que emana de cada bombilla depende de los tipos de gases y metales empleados en su fabricación, como pueden ser yoduro, bromuro, mercurio, tungsteno.

Además en el caso de los halogenuros metálicos, la composición de estas lámparas agrega diversos yoduros metálicos en el tubo de descarga, lo que aporta a la luz desprendida cierto espectro cromático más colorido y diferente al de las demás lámparas de descarga. 

Todo esto las convierte en un práctico invento de base química. 

Una de las peculiaridades de estas bombillas es su encendido paulatino, requiriendo entre 4 y 10 minutos, (dependiendo del tipo de bombilla) para alcanzar su máximo nivel de iluminación. 

Historia de las lámparas de descarga

La creación de los halogenuros metálicos se remonta al año 1960, y en principio eran solamente empleadas para uso industrial, iluminando fábricas, almacenes, y lugares amplios de techos altos en general. Con el tiempo comenzaron a emplearse también para uso doméstico. 

Pero remontémonos aún más en el pasado. Concretamente nada menos que hacia 1831, cuando el físico y químico británico Michael Faraday, descubrió la inducción electromagnética, mezclando el movimiento mecánico y el magnetismo con corrientes eléctricas sin necesidad de filamentos. Primeramente descubrió lo que llamó corrientes inducidas tras observar el resultado del experimento de conectar un galvanómetro a una batería compartiendo un núcleo de hierro. Poco después avanzó en sus pesquisas descubriendo que podía generar corriente eléctrica acercando y alejando un imán a una bobina. 

Los descubrimientos de Faraday sirvieron de origen a Nikola Tesla, quien inventó el primer motor de corriente eléctrica para grandes distancias en el año 1.887 encendiendo a 50 kilómetros de distancia 200 lámparas sin necesidad de cable alguno. (Imaginaos qué épico debió ser aquello en tiempos tan lejanos). Tras esto patentó su invento con el fin de distribuir de ese modo luz y energía. Aquello fue el inicio de las lámparas de inducción. Es decir, la idea original del empleo de gas y electricidad para la obtención de iluminación, que daría lugar tiempo después también a las lámparas de descarga. 

Los pioneros en comerciar oficialmente la iluminación por inducción fueron los responsables de la marca Philips en tiempos más bien recientes, a partir de 1.990. 

La mejor lámpara de descarga

En Masvoltaje.com estamos orgullosos de ofrecerte las mejores bombillas y halogenuros de sodio y mercurio. Todos ellos de la marca Osram, la renombrada marca alemana que ostenta entre otros muchos logros, el fabricar las lámparas de descarga más potentes del mercado, llegando a alcanzar los 150 lúmenes y una vida útil de entre un 20 y un 50% más que las lámparas de otras marcas. 

Entre otras peculiaridades que avalan la vanguardia y calidad superior de las lámparas de descarga Osram, se encuentra su modo único de fabricación, estando soldadas mediante láser. 

Modelos como la bombilla de Osram VIALOX NAV 6Y llegan a alcanzar una funcionalidad nada menos que de 6 años. 

En la actualidad, el invento de las lámparas de descarga está muy afianzado por sus interesantes e importantes empleos. Tampoco hay que olvidar sus atributos, ya que poseen una larga duración y resistencia a temperaturas ambientales extremas. Sin lugar a dudas, no les faltan motivos por lo que son una opción de iluminación práctica y única.